Hay muchos que se creen importantes, grandes y respetados ejemplos, que viven en su mundo hueco, donde reina la soberbia y la pedanteria de la mirada torcida y traicionera, donde el arte del ninguneo y el despectivismo descarado hacen permeable su estampa inmaculada que eyecta rancia bondad interesada, sin embargo, como contrapartida, hay otros, que trabajan en silencio, con la humildad de la pluma y la serenidad del alma, de gesto sutil y fraternal palabra, que buscan no sobresalir sino caminar junto con quienes lo acompañan, de esos soy y a ellos pertenezco y lo harè siempre, aunque te cueste creerlo.
Claudiogia