En el eter hay mucha pedanteria, mucha hostestaciòn y muchos laureles volcados en papeles pintados con letras grandilocuentes que certifican sapienza de dudosa adquisiciòn. La sabidurìa y el respeto, han de ser ganados con la dedicaciòn, el esfuerzo, la equivocaciòn permanente y la humildad de quienes en silencio trabajan para ayudar a los demàs, sin el materialismo primordial como norte y la arrogancia de sentirse magnànimo por sobre quienes recien comienzan a dar sus primeros pasos.
Claudiogia
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