Las cosas simples que a veces nos rodean, aparecen ante nosotros como la más maravillosa de las creaciones y poseen esa magia inexplicable de enriquecer el alma humana: un saludo, una sonrisa, una palabra exacta y justa, un simple gesto de comprensión logran lo imposible: hacernos renacer de las ruinas de las decepciones, solo es cuestión de aprender a dejar que nutran cotidianamente nuestro espíritu.
Claudiogia
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