No me
imaginaría ni en mil días,
Otra novia
más hermosa y humana,
Que día a
día, me otorga tantas alegrías,
Déjame
amarte con ternura,
Compartir
contigo miles aventuras,
Ser tu
cobijo en aquellas noches frías,
Y
mostrarte que mis ojos reflejan tu dulzura,
Que solo tan
puro y noble sentimiento,
Puede nacer
como fuertes destellos,
De amor tan
puro en cualquier momento.
Déjame
descubrir con tus ojos tu mundo,
Que en
definitiva es nuestro mundo,
Ese que
construimos una noche de verano,
Aquel que no
conoce ni de tiempos ni espacios,
Sin muros,
sin cercas ni resquicios,
Quiero
seguir enamorado de esa mujer que conozco,
De esa madre
incólume y sublime,
Que no
conoce descanso,
Como agua de
remanso,
Que brinda
su corazón abierto
Puesto su
amor es cierto.
Quiero
seguir hechizado de ese ser luchador,
Que jamás
sintió el pudor,
De reconocer
que todos en alguna ocasión,
Nos
equivocamos también en la pasión.
Quiero
seguir eclipsado por esa belleza,
Y seguir
descubriendo en sus ojos la simpleza,
De que el
amor en sueños imaginé
Y que solo
con ella lo logré.
Quiero
seguir atado a ti,
Ayer, hoy y
mañana,
Que sea mi
mujer deseada,
Mi esposa,
mi mariposa alada.
Quiero
seguir extrañando a ti,
Despertar
junto a ella, en las mañanas,
Mirar juntos
el amanecer,
Compartir
también el anochecer,
Quiero
seguir junto a ella,
Porque es mi
propia estrella,
La eterna luz, la inagotable llama....
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