La decepción, la tristeza, el miedo y el fracaso son como nubes amenazantes de diluvio, que permanentemente acechan nuestras vidas.
Nadie está exento de su alcance, ni puede prevenir su devenir, solo en nosotros mismos, encontraremos esa paz, esa fuerza interior que nos permita levantarnos y disipar su influencia.
Claudiogia
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