Sus cabellos largos y ondulados,
son como duendes alados,
que se contornean sin par.
Sus manos firmes y seguras,
siempre están extendidas,
como alas al planear.
Su cuerpo tan cálido y perfecto,
te invita al más cálido arrullo,
Como gotas de rocío,
en pliegues de cristal.
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